Hace más de medio siglo surgió una de las agrupaciones musicales mexicanas que con más ahínco y constancia ha dedicado sus esfuerzos a difundir y explorar la música orquestal de cámara, tanto mexicana como internacional. Se trata de una agrupación que en sus orígenes fue llamada Yolopatli –vocablo náhuatl que significa “cura para el corazón”- y que se formó con discípulos sobresalientes de las cátedras impartidas, en aquellos tiempos, por los maestros Imre Hartmann (violonchelista) y Joseph Smilovitz (violinista) en el Conservatorio Nacional de Música.
En 1956, el día 18 de octubre, este ensamble ofreció un concierto con la Suite Don Quijote de Georg Philipp Telemann, e inició un largo recorrido, marcado por un imparable espíritu de exploración y evolución. El primero de los cambios significativos vividos por esta comunidad de músicos fue la adopción, ya entrada la década de los sesenta y a instancias de Luis Sandi, del nombre de Orquesta de Cámara de Bellas Artes, con el que se le conoce hasta la fecha y que, sin lugar a dudas, se ha consolidado como sinónimo de pasión y calidad musical.
Desde la integración de su primer elenco -formado por José Luis Sosa, Ildefonso Cedillo, Armando Soberanes, Carlos Esteva, Apolo Martínez, Luis Núñez, Emigdio Espinosa, Rigoberto Sosa, Andrés Vargas, José Guadalupe López y Luisa Durón - hasta nuestros días, han pasado por sus filas una pléyade de músicos talentosos. Asimismo, se han presentado solistas de la trascendencia de: Ramón Vargas, Gil Shaham, Bella Davidovich, Paul Badura-Skoda, Jorge Federico Osorio, Pascual Rogé, Manuel Barrueco, Alexander Markov y Leslie Howard, entre otros, sumados al ímpetu que le han impreso sus directores artísticos -Hermilo Novelo, José Guadalupe Flores, Manuel de Elías, Ildefonso Cedillo, Francisco Savín, Luis Samuel Saloma, Enrique Barrios, Juan Trigos, Jesús Medina, José Luis Castillo, Ludwig Carrasco y actualmente Luis Manuel Sánchez Rivas-, la han situado en un lugar de privilegio en el panorama de la cultura y las artes mexicanas.
La presencia Internacional de la Orquesta, como atestiguan sus presentaciones en Alemania, Brasil, Estados Unidos, Portugal y Costa Rica, así como sus incontables giras por todo el interior de la República Mexicana, además de su compromiso didáctico y social, permiten a la Orquesta de Cámara de Bellas Artes ser considerada como referente musical en el ámbito artístico de nuestro país.